El 21 de enero, durante el examen teórico para conseguir el Certificado de Cualificación Profesional (CAP) en la Universidad de Almería (UAL), la Guardia Civil observó una “actitud sospechosa” en tres de los 486 participantes.
Debido a la colaboración entre el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Almería, la Delegación Provincial de Transportes de esta provincia y el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), estas personas fueron identificadas y denunciadas por presuntamente utilizar dispositivos electrónicos durante la prueba. Tras la inspección, los agentes se retiraron de la sala.
Tras esto, los guardias civiles encontraron en la posesión de los sospechosos tres teléfonos móviles, tres receptores inalámbricos y dos cámaras espía de tamaño reducido, junto con tres audífonos ocultos bajo la ropa de los mismos.
Estos aparatos permitían a los sospechosos contactar con personas fuera del lugar de exámenes para obtener las respuestas a las preguntas.
Uno de los acusados necesitó ayuda médica para extraer el audífono que llevaba insertado profundamente en el oído, para evitar ser descubierto, y no se pudo retirar de manera manual. Se supo que dos de los involucrados habían viajado desde Tarragona y Granada con el propósito de presentarse a la prueba. Los tres sospechosos fueron suspendidos