El Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, EEUU, fue una de las primeras instituciones en establecer una restricción al uso de ChatGPT, la Inteligencia Artificial de texto generativo desarrollada por OpenAI. Esta medida se tomó debido a las preocupaciones sobre el plagio que podría generar el uso indebido de esta herramienta.
Escuelas públicas de Seattle y Los Ángeles también han tomado recientemente una decisión similar, bloqueando el chatbot de sus redes y dispositivos escolares. Estas medidas han sido adoptadas por colegios, institutos y universidades de todo el mundo.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles declaró al Washington Post que la prohibición del uso de ChatGPT era preventiva y tenía como objetivo proteger la «honestidad académica». Por su parte, el Distrito Escolar de Seattle alegó problemas de fraude para justificar la prohibición. Un vocero dijo a este medio que las escuelas públicas no permiten hacer trampas y exigen que los alumnos trabajen de forma original.
Por otro lado, las escuelas públicas del condado de Baltimore, en Maryland, han bloqueado el acceso al sitio en los dispositivos y navegadores de los alumnos, aunque sin modificar sus políticas.
En Australia, jurisdicciones como Australia Occidental, Nueva Gales del Sur, Queensland y Tasmania también han bloqueado el acceso de los estudiantes a ChatGPT en las redes de Internet escolares.
Los profesores tienen motivos para preocuparse. Después de aprobar un examen de Historia de la Educación en España, ChatGPT demostró ser capaz de aprobar algunas asignaturas de Derecho en varias universidades estadounidenses. Como respuesta inmediata, algunas instituciones han comenzado a cerrarle sus puertas.